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“De la vista nace el amor” es una frase que nos confirma la importancia de que los alimentos sean apetitosos a los ojos y que de ahí surja el antojo o la curiosidad por probarlos. De eso se trata el Food Styling o Estilismo de alimentos.



La industria de alimentos pasa por un momento que demanda mucha más creatividad y nuevos conceptos que antes. Los cocineros están enfocados en innovar sobre lo básico, destacando las cualidades culinarias y nutricionales de los ingredientes sin restar sabor.

En medio de esta vorágine de innovación no puede quedar fuera el aspecto de la comida; sabor y apariencia son el dúo dinámico para lograr experiencias apetecibles y satisfactorias.

Aquí entra el estilismo de alimentos combinando el arte culinario y la ciencia para preparar comida para lograr un look apetitoso, ya sea con fines comerciales (menús, empaques, etc.) o para el montaje de los platillos.

 

Existen técnicas para embellecer un plato, evocar emociones, estimular el apetito y favorecer la compra.

Si bien existen profesionales dedicados a hacer que la comida “luzca bonita y sabrosa”, y grandes hoteles o restaurantes los contratan para ayudar en el montaje de platos antes de servirlos, el papel de los chefs al integrar el estilismo de alimentos en su servicio es lograr que el platillo por sí mismo llene la mirada del comensal, para que éste lo elija y, al probarlo, quede totalmente satisfecho con lo que se lleva a la boca.

Una tarea nada fácil, requiere congruencia, contrastes de colores, texturas, formas que despierten el antojo y a la vez resalten las propiedades de un plato. Existen técnicas para embellecer un plato, evocar emociones, estimular el apetito y favorecer la compra.

 

Los expertos hablan...

Los expertos hablan...

Estas son algunas recomendaciones de los expertos para lograr que la comida se vea absolutamente deliciosa y tentadora:

  • Coloca las hierbas en un recipiente con hielos antes de usarlas para decorar.
  •  Al contrastar texturas firmes y suaves, sedosas y rígidas, el plato entero cobra una dimensión superior y añade interés visual.
  •  Escoge ingredientes más frescos y bonitos.
  • Trata de tener un punto sobresaliente en el que el comensal centrará su atención.
  • Pon atención a los detalles estéticos, estos pueden favorecer o deshacer la belleza de un plato.
  • Usa contrastes de colores en el plato. El verde aporta frescura y tranquilidad; el rojo representa la pasión y la emoción; el negro denota elegancia; el azul es un supresor natural del apetito y hace que la comida sea poco apetecible.
  • Cuida las porciones, que no den efecto de exceso o falta de comida.
  • El elemento más alto de la composición debe ir en el extremo del plato; en un plato principal, por ejemplo, suele ser la pieza de carne o pescado.
  • Evita cocer en exceso verduras y vegetales.
  • De preferencia que las decoraciones también sean comestibles.
  • Evita servir platos manchados.

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